Durante sesiones reservadas ante la JEP, Salvatore Mancuso apunta directamente al expresidente Álvaro Uribe en el asesinato de Jesús María Valle y la planificación de la masacre de El Aro.
Revelaciones impactantes
Mancuso menciona a una amplia lista de figuras políticas, militares y empresarios vinculados con las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), desencadenando un giro en investigaciones marcadas por la impunidad.
Advertencia preocupante
El excomandante paramilitar advierte sobre la muerte de 15 testigos relacionados con Uribe y señala la reunión en la finca Hojaragüai, donde se fraguó el asesinato de Valle.
Detalles sobre El Aro
Detalla la planificación de la masacre de El Aro, mencionando encuentros, participación militar y la relación directa de Uribe con estos trágicos eventos.
En sus testimonios ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), Salvatore Mancuso, excomandante paramilitar, ha señalado directamente al expresidente de Colombia, Álvaro Uribe Vélez, en crímenes de derechos humanos. En revelaciones que podrían cambiar el rumbo de décadas de investigaciones marcadas por la impunidad, Mancuso ha vinculado a Uribe con el asesinato del defensor de derechos humanos Jesús María Valle y la planificación de la masacre de El Aro.
Durante años, Mancuso se mantuvo en silencio, pero en tres días de audiencias reservadas ante la JEP, rompió su patrón de testimonios evasivos. Por primera vez, relacionó directamente al expresidente en eventos trágicos que marcaron la historia colombiana.
Sus declaraciones no solo apuntan a Uribe, sino que abarcan un espectro más amplio. Mencionó a 16 generales, 18 coroneles, políticos como Pastrana, Serpa y Naranjo, así como empresarios como Lafaurie, todos ellos vinculados con las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Estas revelaciones podrían abrir una nueva fase en la investigación del conflicto armado en Colombia.
Sin embargo, la advertencia de Mancuso es inquietante: menciona la muerte de 15 testigos relacionados con Uribe y señala una reunión específica en la finca Hojaragüai, donde se orquestó el asesinato de Jesús María Valle.
Además, Mancuso brinda detalles sobre la planificación de la masacre de El Aro, incluyendo encuentros, participación militar y la relación directa de Uribe con estos trágicos eventos.
Estas revelaciones desafían la narrativa establecida durante años en torno a uno de los momentos más oscuros de la historia colombiana. La posibilidad de que un excomandante paramilitar vincule directamente a una figura política tan prominente como Álvaro Uribe podría cambiar la percepción de décadas de investigaciones y generar un impacto significativo en el esclarecimiento judicial del conflicto armado en Colombia.
